Cuando empiezas a practicar yoga, es fácil sentirse abrumado por la cantidad de estilos, secuencias y nombres en sánscrito. Pero no necesitas saberlo todo para comenzar. Lo esencial está en conocer unas cuantas posturas básicas que te permitan conectar con tu cuerpo, tu respiración y tu atención. Estas posturas son el punto de partida para construir una práctica sólida, segura y consciente.
No se trata de hacerlas “perfectas”, sino de entender su propósito y aprender a habitarlas con respeto. Aquí te presento algunas de las posturas más importantes que deberías conocer si estás dando tus primeros pasos en el yoga. Si estás empezando, ten cuidado con los errores que podrías cometer.
Tadasana (Postura de la montaña)
A simple vista parece que estás simplemente de pie, pero Tadasana es mucho más que eso. Es una postura de alineación, de presencia, de conexión con la tierra. En ella aprendes a distribuir el peso, a activar los músculos y a respirar con conciencia.
¿Por qué es importante? Porque es la base de muchas otras posturas de pie. Aprender a estar de pie con atención te prepara para moverte con estabilidad y equilibrio.
Adho Mukha Svanasana (Perro boca abajo)
Una de las posturas más reconocibles del yoga. En ella formas una especie de “V” invertida con el cuerpo, estirando la espalda, las piernas y los brazos. Es una postura de transición, pero también de descanso activo.
¿Por qué es importante? Porque fortalece los brazos, alivia la tensión en la espalda y mejora la circulación. Además, te enseña a encontrar comodidad en el esfuerzo.
Balasana (Postura del niño)
Es una postura de descanso y entrega. Te sientas sobre los talones, llevas la frente al suelo y extiendes los brazos hacia delante o los dejas a los lados. Es una invitación a parar, a soltar, a volver a ti.
¿Por qué es importante? Porque te permite recuperar la calma entre posturas más exigentes. Es un refugio dentro de la práctica.
Bhujangasana (Cobra)
Tumbado boca abajo, apoyas las manos bajo los hombros y elevas el pecho sin forzar la zona lumbar. Es una apertura suave del corazón y una activación de la columna.
¿Por qué es importante? Porque fortalece la espalda, mejora la postura y abre el pecho. Es ideal para contrarrestar las horas que pasamos encorvados frente a pantallas.
Virabhadrasana I (Guerrero I)
Una postura poderosa que combina fuerza, estabilidad y apertura. Con una pierna adelantada y la otra extendida hacia atrás, elevas los brazos al cielo y mantienes el torso erguido.
¿Por qué es importante? Porque activa todo el cuerpo, mejora el equilibrio y te conecta con tu energía interna. Es una postura que empodera.
Savasana (Postura del cadáver)
Al final de la práctica, te tumbas boca arriba, con los brazos y piernas relajados. Parece fácil, pero es una de las posturas más profundas. Aquí no se hace nada, pero se integra todo.
¿Por qué es importante? Porque permite que el cuerpo y la mente asimilen los beneficios de la práctica. Es el momento de soltar, de descansar, de simplemente ser.
Conclusión
Estas posturas básicas son mucho más que formas físicas. Son puertas hacia la conciencia, el equilibrio y el bienestar. No necesitas hacerlas todas cada día, ni ejecutarlas a la perfección. Lo importante es practicarlas con atención, con respeto y con curiosidad.
El yoga empieza en lo simple. Y en lo simple, muchas veces, está todo lo que necesitamos.
